La primera victoria del ejército español frente a las tropas de Napoleón
La Batalla de La Poza de Santa Isabel fue una batalla naval que enfrentó a España y Francia, entre el 8 y 14 de Junio de 1808, en la Bahía de Cádiz. Unos días después de la Batalla de Trafalgar, los restos de la escuadra hispano-francesa se refugiaron en la Bahía de Cádiz. La flota inglesa, a las órdenes del contraalmirante Purvis, bloqueó la entrada de la bahía con 12 navíos haciendo imposible la salida de la escuadra francesa comandada por el almirante Rosily. Durante este tiempo los franceses repararon, con escasos medios, los cinco buques de línea y la fragata que permanecían dentro de la bahía al “abrigo” de las defensas costeras españolas.
Tras los primeros conatos de sublevación contra los franceses en mayo de 1808 en distintos puntos de España: sucesos de Bayona y el levantamiento de Madrid, se crea en la ciudad de Sevilla la Junta Suprema de España e Indias, quien de la mano de Francisco de Saavedra ordenará el levantamiento contra el enemigo francés en la Bahía de Cádiz. Tras buscar Rosily, infructuosamente, la vía diplomática buscando una salida honrosa tanto para sus hombre como para sus navíos y al darse cuenta de la proximidad de las hostilidades, ordenó disponer sus barcos en círculo en el lugar llamado la Poza de Santa Isabel. De este modo buscaba una buena defensa en base a su superioridad artillera. Por su parte, los españoles, forjaron una alianza con los ingleses que, a pesar de no intervenir con sus buques en la batalla, dotaron de pólvora y munición al maltrecho ejército español. De este modo, el día 8 de junio de 1808 aprovechando la marea baja y por tanto las enormes dificultades para maniobrar que tenían los buques de línea franceses, comenzaron las hostilidades. Los buques de línea españoles dieron cobertura a pequeñas embarcaciones y cañoneras que hostigaron durante seis días a la flota del almirante Rosily quien, finalmente aceptó la rendición. 3676 franceses fueron hechos prisioneros, así como se capturaron los 5 navíos de línea franceses, la fragata, más de 400 cañones y su munición y numerosas armas de fuego, sables, munición y provisiones.

